Reforma tributaria en desarrollo

Franco Brzovic

Para la jerga periodística, la reforma tributaria se encuentra en pleno desarrollo y lo más importante ahora son los plazos fatales sobrevinientes.

Desde ya se pone término a la vida de varios regímenes tributarios para las Pymes, quedando solo uno, denominado 14 ter. Se le hicieron algunas modificaciones, entre ellas, ampliar el monto de ventas que es el parámetro para ingresar o mantenerse en ese régimen y en algunos casos se les dio la opción para no pagar el PPM. Recordemos que este pago provisional se creó justamente para evitar la falta de caja en abril de cada año. Volvimos al pasado.

Para eliminar todos esos sistemas el argumento fue eficiencia y simplificación. Sin embargo, desde la perspectiva de la libertad de elegir, es negativo en vista de que desaparecen aquellos que obedecían a diferentes realidades de las Pymes y que a contar del próximo año deberán abandonar.

Otra tarea que debe cumplirse antes de fin de año es la declaración sobre la elección del régimen de renta que se aplicará a las empresas, esto es atribuido o parcialmente integrado, obligación que recae en determinadas sociedades. Es el caso de las sociedades de personas, integradas solo por personas naturales, a las que por naturaleza les corresponde el régimen atribuido pero la ley les permite optar por el semi integrado. Para lograrlo, deberán cumplir algunas formalidades antes de fin de año, especialmente informar al SII.

En materia normativa, circulares y resoluciones, el SII ha realizado un trabajo muy eficiente y dentro de los plazos estimados, pues como hemos destacado en otras columnas, traducir las reformas en esos instrumentos es de una alta complejidad. Lo mismo ha ocurrido con las consultas específicas sobre temas particulares, las que se han respondido a través de los oficios.

Se destaca en forma especial una herramienta importante que ha puesto a disposición de los contribuyentes desde hace años y que se denomina Administrador de Contenido Normativo. A través de él se permite consultar, con metodología fácil y concordada, leyes y normas administrativas tributarias, asociando unas con otras, para dar una respuesta precisa, incluyendo desde ya las reformas tributarias.

En las cuestiones de elusión, que en sí son un tema complejo y desde su nombre atemoriza a los contribuyentes, también ha tenido algunas interpretaciones del Servicio, siendo la última un listado de casos ilustrativos. Da la impresión que, por su contenido, todavía queda camino que recorrer.

En este mismo ámbito un hecho reciente que ha llamado la atención a los contribuyentes es la publicación en la página web del SII que invita a empresas y especialistas tributarios a contestar una encuesta de la OCDE sobre certidumbre tributaria. El resultado de la encuesta, según el organismo internacional, se utilizará para identificar soluciones concretas y prácticas que ayuden a mejorar la seguridad impositiva.

Si bien era una invitación, el SII ha despachado distintas notificaciones a profesionales y empresas para que les informen sobre los documentos privados que dan cuenta de las asesorías, contratos, honorarios, etc., ya no en forma voluntaria, sino sujeta a multas por su incumplimiento.

Resultado de ello es que gremios y particularmente el Consejo del Colegio de Abogados, hizo ver a la autoridad los resguardos del secreto profesional en sus distintas dimensiones.

Lo anterior fue corroborado por el director del Departamento Impositivo de la OCDE, de paso en Chile, quien manifestó que los asesores tributarios deben cuidar la confidencialidad de los datos del cliente y responder preguntas “generales”.

Al parecer la autoridad tributaria deberá clarificar el objetivo de su fiscalización, especialmente en los requerimientos de información, para ajustarse no solo a la legislación chilena sino también a las sugerencias de la OCDE.

Por otra parte, no debemos olvidar que las empresas o sociedades, empresas individuales o unipersonales de responsabilidad limitada, podrán pagar la utilidad acumulada en el FUT, con tasas muchas veces menores.

En definitiva, las tareas que se les imponen a los empresarios y sus asesores son muy complejas, particularmente para enfrentar unas reformas difíciles y en casos, radicales.